(Publicado por Siglo 21 en junio 2011)
A la sociedad en que uno vive se la comprende mejor cuando, por así decirlo: “a cada pieza se la coloca en su sitio”. Puede haber más de una opinión sobre el sitio que corresponde a cada pieza, y por eso es importante el libre intercambio de ideas, pero cuando uno ubica una pieza en la posición equivocada deja de tener una imagen real de la situación social en general.
Así, cuando se afirma que lo ocurrido en el paraje de Alaska con cauda de ocho o nueve personas muertas, no se origina de confrontaciones ideológicas, sino de otras causas, se yerra, creo yo, de manera rotunda.
Veamos: de acuerdo con lo declarado con los propios líderes de los manifestantes que se lanzaron a bloquear la ruta Interamericana, su protesta se dirigía contra el alto coste del suministro de electricidad, la reforma constitucional propuesta por el Gobierno y la reforma de la carrera magisterial. Sin embargo, ninguna de esas tres cosas constituye un abuso de autoridad, actos de arbitrariedad, afrentas cívicas o excesos de poder por parte del Gobierno o de otros poderes del Estado. ¿Por qué realizar una protesta violenta en contra de hechos y circunstancias que están basadas, todas, en la ley o en las facultades legales y legítimas del Gobierno?
La tarifa eléctrica se fija por un órgano desconcentrado del Estado, la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, con base en un procedimiento legal y reglamentario complejo, que incluye la realización de estudios económicos por parte de firmas de ingeniería independientes. Parte de la tarifa, por los suministros que se prestan a personas de bajos ingresos, se subvenciona por el Estado, denominándose “tarifa social”. Todo eso es la Ley, no la voluntad arbitraria del Presidente o su gobierno. La propuesta de reforma constitucional es, efectivamente, eso: una propuesta. Todos pueden opinar –como lo hemos hecho—a favor o en contra de su contenido y, si el Congreso la aprobara con una mayoría calificada, todos los ciudadanos empadronados tienen derecho a votar “NO”, en contra de dicha propuesta. ¿Puede haber algo más respetuoso de la democracia? La reforma del sistema de formación de los maestros ha estado en el tapete desde hace años, debido al evidente fracaso del sistema actual. De nuevo, uno puede considerar que lo que el gobierno propone está equivocado, pero debe recordarse que el Presidente y la Vicepresidente fueron electos por sufragio universal y directo de una mayoría absoluta, en segunda vuelta, de los ciudadanos de toda la República (no solamente de los 48 cantones de Totonicapán). Y fueron electos para concebir e implementar las políticas públicas coincidentes con la IDEOLOGÍA del partido ganador. Eso no significa que el Gobierno sea infalible o que deba actuar sin darse el beneficio de un debate abierto y a fondo pero, ¿por qué lanzarse a conculcar los derechos de locomoción, a la paz, la seguridad, al comercio y la industria y de libertad de acción de ciudadanos inocentes y ajenos a las luchas… IDEOLÓGICAS de los organizadores de esa protesta?
La razón, creo yo, está clarísima: los líderes y activistas que organizaron la manifestación se oponen IDEOLÓGICAMENTE a todo lo que condenan.
Eduardo Mayora Alvarado.
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